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Fimra aqui, por favor. Firma con tu verdero nombre, pero para la Twentieth Century Fox desde hoy serás Marilyn...- el hombre aplastó el cigarrillo rubio sin filtro en un cenicero con el logotipo de la compañía, sobre el gran escritorio de madera lleno de papeles sueltos, carpetas, latas de películas, un maldito teléfono que sonaba a cada rato...


Corría julio de 1946 y el jefe de reparto de la Twentieth Century Fox, Ben Lyon, fascinado por la belleza de esa jovencita rubia, le ofreció un contrato que establecía el pago 125 dólares a la semana, lo cual, para empezar, no estaba mal.

-Monroe... -dijo la que fue Norma Jean, tomando uno de los apellidos de su madre, y estampó su firma en el papel que le extendía Lyon.